Tanto en nuestra experiencia personal, de cuando éramos pequeños, como la de los niños que nos rodean, vemos lo importante que es para su desarrollo el hecho de fomentar la imaginación y la creatividad; aspectos que, según los especialistas:
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- estimula la curiosidad y el espíritu aventurero,
- eleva su autenticidad y su autoestima,
- potencia el pensamiento y la inteligencia,
- además de aportarles un gran bienestar emocional.
La imaginación y la creatividad son aspectos innatos en el ser humano, pero que si no se potencian en la infancia se van perdiendo a medida que nos hacemos mayores.Por eso los juegos sencillos y también los poco estructurados, donde al niño permitimos expresarse, escoger libremente el material que desea y cómo utilizarlo, son los ideales para fomentar estos aspectos fundamentales en cada fase de su desarrollo.